Qué hacer en Valle de Uco: Te proponemos algunas de las actividades más representativas de la zona.

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Museos en Valle de Uco

Museo Killka, Valle de Uco, Mendoza

A nivel conceptual, Killka fue pensado como espacio cultural, para que el visitante pudiera vivenciar todo lo referido a la vitivinicultura y además disfrutar de la valiosa colección de arte argentino contemporáneo y holandés del siglo XIX y XX.[/one_third][one_third]

Visita a Bodegas

Clos de los 7, Valle de Uco, Mendoza

Clos de los Siete es el resultado de la producción de siete propiedades del conjunto, en la cual todo está dispuesto para el «bien faire». Cada una de ellas aportará obligatoriamente su personalidad y reunidas en un solo y mismo conjunto, ofreciendo la mejor expresión de la bella tierra.[/one_third][one_third class=»last»]

Los clásicos de la zona

Restaurant Urban, O. Fournier, Valle de Uco, Mendoza

Probar el toque de una de las mejores chefs de la Argentina en una bodega emblemática de Valle de Uco es una experiencia única que vale la pena vivir. Almorzar en Urban de O. Fournier[/one_third] [separator line=»yes»] [one_half]

Más sobre Valle de Uco

El Valle de Uco es un valle que se encuentra al norte del río Tunuyán y forma parte de los departamentos de Tunuyán, Tupungato y San Carlos, en la provincia de Mendoza, Argentina. Cuenta con una extensión total de 17370 km2.
El valle tiene altitudes que oscilan entre los 900 y los 1200 msnm, y está rodeado por las altas cumbres de los Andes. Es una zona muy fértil, con lluvias no muy abundantes y heladas casi diarias en los meses de junio, julio y agosto. Es un pasaje ideal para ser visitado gracias a la diversidad de actividades que se pueden realizar: turismo aventura, religioso, cultural, rural, el contacto con la naturaleza y los Caminos del Vino.[/one_half][one_half class=»last»]

El Valle de Uco es, también, una importante región vitivinícola, considerada incluso como una de las mejores en toda la Argentina. La temperatura promedio es de 14°C, con una gran amplitud térmica entre el día y la noche. La combinación de la gran altura, los suelos aluvionales, la irrigación, más de 250 días soleados al año, poca lluvia y una amplitud térmica favorece el cultivo de vid. Estos elementos climáticos y geográficos proveen una excelente maduración y concentración de los frutos, proporcionando colores profundos, aromas intensos, sabores agradables y texturas importantes.[/one_half]